domingo, 7 de agosto de 2011

MEXICANAS Y BULGARAS COMPARTEN CANCHA EN SOFIA


El tri, a toda carrera antes de enfrentar a Bulgaria.
SOFIA, Bulgaria.— El equipo femenil de Bulgaria y la selección Sub 18 de México han convivido de manera intensa durante la realización del campamento del Tricolor en la ciudad de Sofía.

El entusiasmo mexicano que se deja sentir en las instalaciones del Centro Deportivo Levsky-Siconco, también ha contagiado a las jugadoras juveniles locales a pesar de la seriedad que las caracteriza.

El ejercicio dejó de ser informal para las anfitrionas, que al ver a México uniformado desde el primer día, las obligó a también vestir sus uniformes de preparación con los colores de su bandera.

Pero esto no fue todo. Las celebraciones y el ímpetu que caracteriza al tri antes de las prácticas y de los partidos en los escenarios internacionales donde se ha presentado, fue un patrón que también “copiaron” las europeas.

El tradicional grito de celebración “1,2,3 México”, también fue adaptado pero al estilo de “1,2,3 Bulgaria”, obviamente con el conteo y las expresiones en lengua eslava.

Tal vez el idioma sea una barrera, pero no es limitante en el acercamiento de ambas delegaciones. Sin embargo, existen algunas jugadoras búlgaras como la mundialista Victoria Grigorova, quien habla inglés y se comunica con los visitantes de manera fluida.

Bulgaria viene de competir en la copa de los Balcanes.
La rutina de trabajo para el tri en este campamento se define desde temprana hora con el desayuno antes de las 9:00 horas locales para dirigirse al Centro Deportivo, que en fin de semana también da servicios tanto a las escuadras femeniles y varoniles de voleibol nacionales, al igual que a visitantes que se dirigen a su gimnasio de fortalecimiento físico.

Luego del trabajo matinal, el equipo se toma un tiempo para refrescarse y descansar un poco dadas las temperaturas cálidas y húmedas que se han dejado sentir en esta región del viejo continente.

Poco después de las 2 locales, llega la hora de comer en el comedor de la “sala”, ubicado en el segundo piso del gimnasio a donde regresan las jugadoras y consumen una dieta variada, que en esta ocasión comprendió una tradicional ensalada búlgara con verduras frescas y queso.

El plato fuerte es una crepa rellena de pollo, la cual combina energía con proteína mas la hidratación requerida con base en jugos de frutas y agua en grandes cantidades para reposar posteriormente y regresar a la cancha.

La jornada concluye con la cena y retorno al Hotel Nadejda, donde curiosamente se dejó ver un grupo de excursionistas mexicanas que han deseado la mejor de las suertes al tri en su preparación y participación mundialista.

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